SINOPSIS

Nueva York, años ochenta. Tess McGill (Melanie Griffith) es una joven secretaria con talento, belleza e inteligencia, que ambiciona llegar a la cima de la empresa en la que trabaja. Con una jefa tan superficial como Katherine Parker (Sigourney Weaver), parece imposible. La oportunidad le llega cuando Katherine se rompe la pierna esquiando en unas vacaciones. Tess aprovecha su ausencia para seguir adelante con su carrera y prosperar. Se instala en el despacho de Katherine y, descubre asombrada, que su jefa está preparando un importante plan de negocio basado en un informe que ella había preparado previamente y que supuestamente carecía de interés para la empresa. Esto enfurece mucho a Tess quien planea su venganza contactando con un atractivo agente de inversión de Wall Street llamado Jack Trainer (Harrison Ford), para trabajar juntos y resolver este problema. La situación se complicará tras el regreso de su jefa.


CURIOSIDADES

El productor y el guionista contaron en una entrevista al diario The Hollywood Reporter que la idea para la película les vino de ver bajar todos los días del ferry de Staten Island a mujeres bien vestidas pero con zapatillas de deporte; trabajadoras de las grandes empresas, que aspiraban a poder disfrutar del glamour que solo veían a través de los cristales de sus oficinas.

“Armas de mujer" fue la versión femenina de la comedia de Herbert Ross "El secreto de mi éxito" (The Secret of My Success, 1987), protagonizada por Michael J. Fox un año antes. Ambas tratan de jóvenes inexpertos y ambiciosos, recién llegados a la gran manzana, que suplantan un puesto ejecutivo en una gran empresa mientras su vida amorosa comienza a complicarse. Las dos películas fueron grandes éxitos de taquilla de sus respectivos años (sorprendentemente recaudó más dinero la de Ross), pero fueron los premios los que consolidaron el film de Mike Nichols para la posteridad.

El vestuario y el peinado, marcan la diferencia en la película. Para vestir a las mujeres del film, acudieron a las tiendas de Nueva York donde compraban las verdaderas mujeres que intentaban retratar. Parte del armario del personaje de Melanie Griffith, por ejemplo, provenía de los grandes almacenes y de las tiendas del distrito financiero. Para elegir las prendas se tuvo en cuenta hasta el salario que recibía una empleada de su rango.
En cuanto a los peinados y el maquillaje, contaban que no exageraron nada; lo que se ve en la película, es la realidad de lo que veían todos los días.

A pesar de que fue el actor mejor pagado de la película, y que es el primero que aparece en los créditos no vimos a Harrison Ford como Jack Trainer hasta pasados los primeros 35 minutos.

Las adicciones de Melanie Griffith retrasaron el rodaje. Llegó tan perjudicada el día que tenía que rodar la escena de la boda de su amiga que tuvieron que parar el rodaje hasta que ella pudiera decir su diálogo. Por el retraso tuvo que pagar 75.000 dólares.

Kevin Spacey fue contratado en el último momento. El director Mike Nichols tuvo que buscarle un sustituto al actor que había contratado para dar vida a Bob Speck y pensó en Kevin Spacey, quien se aprendió sus diálogos de camino al rodaje.

Katharine Parker, el personaje interpretado por Sigourney Weaver, iba a ser un hombre en el primer borrador del guion.

Alec Baldwin también se presentó a la audición para ser Jack Trainer, Harrison Ford le quitó el papel y él acabó interpretando a Mick Dugan.

Las escenas del vestíbulo de la empresa Petty Marsh se rodaron en el World Trade Center, que en 2001 fue destruido en los atentados del 11 de septiembre.

Genna Davis y Michelle Pfeiffer fueron candidatas para interpretar el papel de Tess.


OPINIONES DE LOS ASISTENTES AL CLUB DE CINE

Una película con un guion muy bien definido, aunque intuyes lo que va a pasar, no te decepciona, te gusta y te metes dentro de la trama. Entretenida, agradable. No falta ni sobra nada.

La ambientación está muy cuidada. Elegir la ciudad de Nueva York nos parece un acierto, ya que representa el prototipo de las grandes finanzas de la economía mundial. La escenografía y la puesta en escena, muy buenas; como nos muestra el entramado de las grandes corporaciones con su jerarquía y la lucha de sus empleados por salir adelante en “la jungla” de los grandes negocios.

El afán de superación y el coraje que muestra la protagonista, su confianza en sí misma y su lucha para salir de su situación, nos recuerda al “sueño americano”; si trabajas duro, puedes conseguirlo. El machismo imperante, que después de unas décadas, nos produce sonrojo, por alguna de las situaciones, que hasta hace muy poco eran aceptadas y aplaudidas por la sociedad. El machismo de los hombres, pero también, de las mujeres.

Los actores están magníficos, cada uno en su papel.

Estupenda fotografía, los encuadres, los movimientos de cámara. Un ejemplo, al final de la película, la toma que hacen de la ventana de la oficina, desde el exterior, se va alejando la cámara, y en el último plano se ve todo el edificio como si fuese una colmena y la ventana, un pequeño punto. Sensacional.

El maquillaje y el vestuario, imprescindibles para el desarrollo de la trama; el peinado, el maquillaje y el vestuario nos van indicando, sutilmente, el cambio de la protagonista, hasta convertirse en lo que ansía ser.

Aunque han pasado más de tres décadas, no achaca el paso de los años. Aunque la moda en el vestir, afortunadamente, ha cambiado, el tema que trata, desafortunadamente, sigue y seguirá vigente.

La calificación de los asistentes al club de cine ha sido, entre una y cinco estrellas:

*** = 2
**** = 3