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SINOPSIS
La acción transcurre en una pequeña
aldea, en un aislado paraje en la costa de Jutlandia (Dinamarca),
dominado por el puritanismo religioso más aferrado, aunque
inocentemente practicado. Dos hermanas, Filippa y Matinne, ya
ancianas, conviven en soltería a la vez que recuerdan,
nostálgicas, el lejano tiempo de su juventud y la rígida
educación a la que les sometió su padre y que voluntariamente,
las obligó a renunciar al amor, en el caso de la primera,
y al talento y predisposición natural para el cante lírico,
en el caso de la segunda. Mientras tanto, continúan con
la evangelización comenzada por su padre (pastor protestante).
Huyendo de la guerra que ha estallado en Francia, Babette encuentra
refugio en la humilde morada de las dos hermanas, convirtiéndose
en una especia de doncella de las ancianas. Catorce años
después, Babette resulta agraciada con un premio de lotería
y como muestra de agradecimiento, la que fue chef de uno de los
mejores restaurantes de París, se ofrece a preparar una
auténtica cena francesa para conmemorar el centenario del
nacimiento del padre de sus piadosas anfitrionas. La noticia causará
revuelo en la comunidad del pueblo, que verá como su hermetismo
mental es puesto a prueba. Por un lado, no quieren desairar a
Babette que nunca hasta ahora les ha pedido nada, pero temen que
disfrutar de una comida opulenta y deliciosa les aparte del camino
recto.
CURIOSIDADES
Con el Festín de Babette, la obra
cumbre en la filmografía de su veterano director, Gabriel
Axel definió las directrices que luego seguirían
otras películas de lo que podríamos llamar un subgénero
cinematográfico gastronómico. Títulos como
Delicatessen (1991), Como agua para chocolate (1992), Comer, beber,
amar (1994), Chocolat (2000), Deliciosa Martha (2000) o Ratatouille
(2007), tienen una relación muy estrecha con la gastronomía
y aunque la abordan desde puntos de vista muy diferentes, tienen
en común que a través de la cocina o el alimento
se llega al punto culminante de la historia. El fenómeno
ha trascendido la anécdota y se ha hecho un hueco en algunos
festivales importantes como el de Berlín y San Sebastián,
donde hay un apartado en el que se proyectan películas
cuya pretensión es estimular el apetito de los asistentes
y después servir comida preparado por los cocineros que
han asistido a las proyecciones.
La actriz francesa Stéphane Audran que
da vida magistralmente a Babette en la película fue musa
de uno de nuestros directores mas internacionales, Luis Buñuel,
protagonizando una de sus grandes películas: “El
discreto encanto de la burguesía” que ganaría
el Oscar a la mejor película extranjera en 1972.
El director sitúa la acción de
la película en una remota aldea de pescadores en la costa
de Jutlandia en el año 1871. Este territorio se haría
tristemente famoso por acoger el mayor combate naval de la Primera
Guerra Mundial, que enfrentó a la flota naval del Káiser
con la Armada Real Británica.
En uno de sus entrevistas, el Papa Francisco,
cuando aún era el Cardenal Bergoglio, uno de los periodistas
que le estaban entrevistando le pregunta si la Iglesia no ha insistido
demasiado en el dolor como camino de acercamiento a Dios, y poco
en la alegría y el le contesta:
“Es cierto que en algún momento se exageró
la cuestión del sufrimiento. Me viene a la mente una de
mis películas predilectas, El festín de Babette,
donde se ve un caso típico de exageración de los
límites prohibitivos. Sus protagonistas son personas que
viven un exagerado calvinismo puritano, a tal punto que la redención
de Cristo se vive como una negación de las cosas de este
mundo. Cuando llega la frescura de la libertad, del derroche en
una cena, todos terminan transformados. En verdad, esa comunidad
no sabía lo que era la felicidad. Vivía aplastada
por el dolor. Estaba adherida a lo pálido de la vida. Le
tenía miedo al amor.” (El Jesuita. Conversaciones
con el cardenal Jorge Bergoglio. Ed Vergara)
ALGUNOS COMENTARIOS EN LA WEB
"El festín de Babette es una bella metáfora
de la fraternidad que debería reinar en la convivencia
social."
"El festín de Babette es, en el plano
más superficial, un homenaje al sentido social y humano
que se esconde detrás de algo en apariencia tan material
como la gastronomía, el noble oficio de cocinar. Porque
comer no es una mera necesidad biológica, propia de animales.
El hombre es animal pero es también espiritual, y su dimensión
espiritual es capaz de transformar la comida en un arte con el
que agasajar a los demás, en una manifestación de
cariño y afecto. Babette, en su festín, muestra
cómo el trabajo abnegado en la cocina es capaz de encender
y unir corazones antes gélidos y distantes."
"En un segundo plano más profundo, la
película es también un bello canto a la generosidad,
a la capacidad humana de dar sin esperar nada a cambio."
"Son muchas las cosas que nos enseña “El festín
de Babette”: el sinsentido de la rigidez mental, de la falta
de miras, de la cerrazón espiritual, el poder castrador
de la religión, el aborregamiento social, el vacío
de la falta de pensamiento propio, de opinión propia, la
manipulación de las masas, el error de confundir amor con
sacrificio, compasión con pena… y también
nos muestra la otra cara de la moneda: la alegría de dar,
de compartir lo mejor de nosotros mismos con los demás,
la felicidad de amar, de regalar a los demás todo lo que
llevamos dentro… Son muchos los platos exquisitos que se
sirven en esa cena, pero son más, muchos más, los
secretos y las verdades que se esconden tras las viandas del festín
de Babette, esos secretos y verdades que nos enseñan a
despojarnos de certezas y prejuicios, que nos impulsan a dar,
a compartir lo mejor de nosotros mismos con los demás,
que nos invitan a vivir y a amar…"
OPINIONES DE LOS ASISTENTES AL
CLUB DE CINE
La película, en general ha gustado
bastante a los asistentes. La historia fabulada, mas que contada,
con la voz en off nos transporta a esa remota aldea de las costa
de Jutlandia con la monotonía de la vida, donde los años
pasan, uno detrás de otro, los habitantes envejecen pero
el pueblo sigue exactamente igual.
El cine danés y por extensión el nórdico
es lento, a veces en exceso, y esto nos ha parecido a la mayoría
de los participantes. La primera parte se nos antoja lenta, sobre
todo hasta la llegada de Babette a la aldea. Uno de los asistentes
comenta que el director está muy influenciado por otro
cineasta, Carl Theodor Dreyer, también danés, y
por una de sus películas mas famosas “La palabra”
(The ordet, 1955) que también centró la historia
en un pueblecito de Jutlandia, recreando también un ambiente
místico como Gabriel Axel en esta cinta.
Otra de las asistentes piensa que hay bastante hipocresía
en la forma en la que las hermanas tratan a Babette, como si fuese
alguien inferior. Otros nos comentan que es una buena película
para comentar, puesto que no resulta muy atractiva para verla
sólo.
La fotografía esta muy cuidada, con un ambiente intimista.
Colores muy suaves, apagados y monótonos para presentarnos
el pueblo y sus habitantes, tonos pastel y más coloridos
para los personajes de fuera del pueblo y tonos muy calidos para
la gran cena.
Los efectos sonoros son pocos. El sonido del viento y de las olas
rompiendo acompaña a casi todos los planos exteriores.
En el interior, los cantos de las reuniones y las celebraciones.
A pesar de ser monótona y muy intimista tiene también
sutiles toques de humor a lo largo de toda la película.
Sobre todo la segunda parte, comenzando por el traslado de todos
los ingredientes y productos para la cena, que resulta bastante
cómico y terminando con la celebración del festín
y la transformación de todos los personajes.
Visualmente magnífica.
La calificación de los asistentes
entre 1 y 5 estrellas ha sido:
** = 1
***= 4
**** = 4
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