SINOPSIS

Dos ex-soldados británicos en la India, Daniel Dravot y Peachy Camahan, se ganan la vida de forma poco ortodoxa. Después de un encuentro con Rudyard Kipling, autor del relato en el que está basada la película, urden un descabellado plan para viajar al remoto reino de Kafiristán y volver llenos de riqueza y gloria.


CURIOSIDADES

En su colección “Mis inmortales del cine”, el escritor Terenci Moix, decía: “La película es motivo de culto entre kipliniamos, hustonianos, conneryanos, cainófilos, orientalistas, amantes del paisaje marroquí y espectadores sensibles en general”.

Michael Caine es sus memorias cuenta. “El hombre que pudo reinar es una de las mejores películas en las que he aparecido y una de las que perdurarán cuando yo ya no exista”. Cuando se le han preguntado a cualquiera de los dos actores cual era la película favorita de sus filmografías, ambos coincidieron en citar “El hombre que pudo reinar”.

La película está basada en un relato corto del escritor anglo-indio Rudyard Kipling, en la que él mismo, es protagonista. Fue el primer escritor británico en recibir el Premio Nobel de Literatura en 1907.

Jonh Huston que había adaptado a escritores de la talla de Dashiell Hammet, Tennesse Williams o Herman Melville, tenía una cuenta pendiente con Kipling, al que admiraba, y siempre quiso llevar a la pantalla el relato “El hombre que sería rey”.
A finales de la década de los años 40, lo intentó con Humphrey Bogart y Clark Gable, dando vida a la pareja protagonista. No pudo ser. En la década siguiente los elegidos fueron Kirk Douglas y Burt Lancaster y más tarde fueron Paul Newman y Robert Redford, pero ninguno de los intentos llegó a buen puerto. Fue Paul Newman quien sugirió al director los nombres de Sean Connery y Michael Caine.

Huston eligió Marruecos para recrear la región montañosa de Kafiristan, territorio que forma parte del actual Afganistán. El equipo se alojó en el famoso hotel Mamounia de Marrakech. Caine ocupó la suite que solía ocupar en sus visitas el político británico más importante del siglo XX, Winston Churchill.

La película es cien por cien británica, incluyendo al más británico de los actores canadienses, Christopher Plummer, en el papel de Kipling.

Durante el rodaje la actriz que tenía que interpretar a Roxanne no pudo incorporarse y Jonh Houston decidió ofrecer a Shakira Caine, esposa de Michael Caine, el papel de la hermosa princesa.

En la película hay una escena que hace un guiño a la anterior película “Una noche en la ópera”, en concreto a “las partes contratantes”; https://www.youtube.com/watch?v=G4IYsPT6IFA


OPINIONES DE LOS ASISTENTES AL CLUB DE CINE

- La película me ha gustado, me ha entretenido y me ha hecho pasar un buen rato, que para mí es importante. Como cuando ellos están en la nieve en una cueva y no tienen salida por ningún sitio y, en lugar de acobardarse, empiezan a reír y a pasárselo bien y de pronto sobreviene un alud de nieve y se soluciona el problema.

Me ha gustado la música, la espectacularidad y el colorido con tantos extras. La comparación de los ingleses con los dioses. He visto mucho humor, muy sutil; por ejemplo, cuando hace de juez y tiene que juzgar a una mujer porque ha ganado 60 vacas.

Me encanta cuando repiten la expresión “Ostras de la China” o también cuando dicen que “A distinto país, distintas costumbres, no debemos tener prejuicios” y, sobre todo, cuando están guerreando y pasan “los hombres de blanco” y la guerra se para, me recordaba a Gila cuando llamaba al enemigo por teléfono y decía que se pare la guerra.

Mi puntuación es de cinco estrellas.


- Me recuerda los viajes iniciáticos, como el de Ulises, o los viajes de los conquistadores españoles de América, dónde van a lo desconocido. La aspiración del ser humano es conocer lo desconocido; saber que hay más allá de los lugares que se han explorado. Desde ese punto de vista me parece muy interesante. Dos soñadores que quieren correr aventuras. Los consideran dioses, como a los conquistadores.

Me parece lenta. Se recrea demasiado en la situación. Es posible que haya que verla más de una vez para apreciar todos los detalles. El duelo interpretativo es bueno, aunque me gusta más Sean Connery en otras de sus películas, como Robin y Marian y alguna de la saga James Bond.

En cuanto a lo que se ha comentado de “parar las guerras”, es algo que, aunque esté en tono humorístico”, ha pasado desde la antigüedad. En la antigua Grecia se paraban las guerras para celebrar los juegos olímpicos y en la primera guerra mundial hubo un episodio muy famoso del que se han hecho películas, en el que se paró la guerra para celebrar Navidad.

Mi puntuación es de tres estrellas.


- A mí me ha gustado, pero a veces se hace pesada. Lo mejor, los paisajes, la música, los decorados. Las distintas tribus, espectaculares. Qué variedad de vestuario y de música.

Sean Connery llega a creerse un dios de tanto repetírselo. Como la vida misma. Suele pasar mucho. Está a la orden del día.
La historia un poco flojita, sosa. Me ha recordado mucho al viaje que hice hace muchos años a Marruecos.

Mi puntuación es de tres estrellas.


- Me ha gustado. Me ha parecido un cuento en el que se nos hace ver como los seres humanos creemos estar por encima de los demás. Pensar que los que no tienen nuestra misma cultura son menos que nosotros. Nos da una lección de que “los tontos no eran tan tontos”.

El juicio me ha recordado al Rey Salomón. La secuencia de “parar la guerra” al humor de Gila.

Mi puntuación es de tres estrellas.


- Dos monstruos del cine británico en un duelo interpretativo. Dos señores dentro y fuera de la pantalla.

Una crítica al colonialismo, a la supremacía del hombre blanco, que va en plan Dios a todos los sitios. Las situaciones en las que se ven envueltos son muy cómicas, a veces rayando lo absurdo.

En el siglo XX, en todas las sociedades, la mujer valía poco, pero en estas tan ancladas en las tradiciones, era, simplemente, una mercancía. Crítica mordaz al poder de las religiones en general. El pueblo está muerto de hambre y los templos llenos de tesoros.
De una manera muy sutil y con unos diálogos ingeniosos hace una sátira de la sociedad en general y de todos sus estamentos.
En resumen: un buen relato, un buen director, unos actores fantásticos, una buena ambientación y un buen guion.

Me quedo con una frase de Sean Connery: ¡Aquí los idiotas prosperan! ¡Qué pena, hemos desperdiciado la vida!

Mi puntuación es de cuatro estrellas.


La película no me ha gustado. Es de esas películas que tienen mucho contenido y unos buenos diálogos, pero en la que no consigo entrar. La historia esta bien, pero no me produce emoción. No me gusta Michael Caine, como actor, en general. Es posible que esto sea una razón más para que no me termine de convencer. La ambientación y el colorido la salvan de una puntuación más baja.

Mi puntuación es de dos estrellas.


La calificación de los asistentes al club de cine entre 1 y 5 estrellas ha sido:

** = 1
*** = 3
**** = 1
***** = 1