SINOPSIS

Una de las obras maestras indiscutibles de John Ford, y canto de amor a Irlanda, la tierra de sus ancestros. El hombre tranquilo cuenta el regreso a tierras irlandesas del ex boxeador Sean Thornton, que desea dejar atrás su traumático pasado en Estados Unidos, y establecerse así en Inisfree, el lugar de los orígenes familiares, para vivir en paz. Enseguida echa el ojo a una temperamental pelirroja, Mary Kate Danaher, con quien querría casarse, pero las diferencias con su hermano Will por cuestiones de tierras parecen abocar al fracaso las posibilidades de que tal matrimonio se celebre algún día.


CURIOSIDADES

Gran parte del éxito recae en el tono bromista y de comedia y en los tintes nostálgicos del filme. Resultó ser un proyecto difícil de financiar. Los grandes estudios lo rehuyeron al no tratarse del tipo de “película-western” de Ford, y éste tuvo que acudir a un estudio pequeño, la “Republic Pictures”.

Resulta sorprendente descubrir que John Ford -el maestro del western- ganara todos sus Oscars en películas que nada tienen que ver con los indios y vaqueros: El delator (1935), Qué verde era mi valle (1940), Las uvas de la ira (1940) y El hombre tranquilo (1952). John Wayne firma uno de los mejores papeles de su carrera. Incomprensiblemente ni siquiera fue merecedor de una nominación; el Oscar se le resistiría aún muchos años más.

El realismo del rodaje en ocasiones superó la ficción. La pareja Wayne-O’Hara funcionó a la perfección. Fue su segunda película juntos, después de Río Grande (1950), y no sería la última pues rodarían juntos cuatro más. Un dato curioso es el de que Maureen O’Hara se llamara “Mary Kate”, los nombres que su padre le quiso poner al nacer…

Según se cuenta, durante el rodaje se produjo una anécdota que explica perfectamente el carácter pícaro e irlandés del director. Llamó a John Wayne y le dijo que Victor McLaglen no estaba hablando bien de él y que además su personaje se estaba alzando con el protagonismo de la cinta. Del mismo modo llamó a McLaglen y le dijo algo parecido acerca de Wayne. Los resultados de tales confidencias no se hicieron esperar. En la escena de la lucha entre los dos, el realismo superó la ficción. McLaglen acabó con una pequeña conmoción y John Wayne con dos fracturas en las costillas. Y tan amigos.


OPINIONES DE LOS ASISTENTES AL CLUB DE CINE

Un gran clásico. Entretenida, interesante, simpática, con grandes toques de humor… Esta ha sido la opinión generalizada de los asistentes a esta sesión del club de cine.

Fabulosas interpretaciones, destacando a John Wayne que está inmenso como siempre. La interpretación de Maureen O´Hara ha suscitado diversas opiniones, a unos les ha parecido que no es una de sus mejores interpretaciones y no les gusta demasiado su personaje, y otros que está muy creíble en su papel y que interpreta muy bien el carácter irlandés tan temperamental y a la vez tan arraigado en sus costumbres y tradiciones. Inmejorables los secundarios, que estamos tan acostumbrados a ver en casi todas las películas de John Ford.

Preciosa fotografía, con los paisajes de la Isla Esmeralda, sus prados y valles que parecen de postal junto a la lírica de Victor Young hacen que la película resulte deliciosa, aunque la calidad de la cinta que hemos visto no era la mejor. Muy acertados los fundidos en negro cada vez que cambiaba la escena.

La vuelta a la tierra, las raíces, la familia, la comunidad, el honor están presentes en toda la película, igual que los elementos, sobre todo el agua y el viento. El agua como símbolo en las escenas de amor: memorable la escena de la tormenta en el cementerio.

La calificación de los asistentes al club de cine ha sido entre 1 y 5 estrellas:

** = 1
*** = 3
**** = 4