Ficha Técnica |
Año: 1963
Duración: 87 min.
País: España
Directo: Luis García Berlanga
Guión: Rafael Azcona, Luis García Berlanga, Ennio Flaiano
Música: Miguel Asins Arbó
Fotografía: Tonino Delli Colli
Reparto: José Isbert, Nino Manfredi, Emma Penella, José Luis López Vázquez, Ángel Álvarez, María Luisa Ponte, María Isbert, Julia Caba Alba, Guido Alberti, Erasmo Pascual, Xan das Bolas, José Orjas, José María Prada, Félix Fernández, Antonio Ferrandis, Lola Gaos, Alfredo Landa, José Sazatornil, Agustín González, Chus Lampreave, José Luis Coll, José Cordero, Pedro Beltrán,
Dolores García, Emilio Laguna, Enrique Tusquets, Enrique Pelayo,
Magdalena Mora.
Productor: Coproducción España-Italia; Naga Films / Zabra Films
Género: Comedia negra. |
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SINOPSIS
José Luis, el empleado de una funeraria, proyecta emigrar a Alemania para convertirse en un buen mecánico. En el ejercicio de su profesión conoce a Amadeo, el verdugo de la Audiencia de Madrid. José Luis no encuentra novia por su trabajo, lo mismo que Carmen, la hija de Amadeo, por el oficio de su padre. La casualidad hace que se conozcan y se enamoren. Cuando Amadeo los sorprende en una situación comprometida, los obliga a casarse. Ante la acuciante falta de medios económicos de los recién casados, Amadeo, que está a punto de jubilarse, trata de persuadir a José Luis para que solicite la plaza que él va a dejar vacante, lo que le daría derecho a una vivienda. José Luis acaba aceptando la propuesta de su suegro con el convencimiento de que jamás se presentará la ocasión de ejercer tan ignominioso oficio.
CONTEXTO HISTÓRICO
El 7 de junio de 1962, 118 opositores españoles del exilio y del interior, asistieron en Munich a un Congreso Internacional invitados por el Movimiento Europeo, un organismo liberal que propugnaba la unidad de los países del Continente. Durante la celebración del Congreso, la delegación española solicita, no sólo una democratización del Régimen de Franco, sino además, la incorporación de España a la Comunidad Económica Europea (CEE). Sin embargo, la Asamblea General desatiende dichas peticiones. El ministro de Información y Turismo de entonces, don Manuel Fraga Iribarne etiquetó aquel encuentro con el nombre de "contubernio", y castigó a algunos de sus participantes desterrándoles a las islas Canarias.
El 7 de noviembre de ese mismo año, era detenido en Madrid, Julián Grimau, militante comunista al que se acusaba de haber cometido numerosos crímenes durante la guerra civil. El día 20 de abril de 1963, era ejecutado en la misma ciudad, aun en contra de las peticiones internacionales de clemencia, incluso de las procedentes del Vaticano.
El 31 de julio eran detenidos Francisco Granados y Joaquín Delgado, miembros de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias, y ejecutados el día 17 de agosto a garrote vil. En ninguno de los tres casos, los delitos imputados fueron demostrados de acuerdo con un juicio justo, sino sobre la base de delaciones y confesiones forzadas. Con el fin de aplacar cualquier forma de rebelión contra el Régimen, se creo el 3 de mayo de ese mismo año, el Tribunal de Orden Público (TOP). El reciente Tribunal velaba por la aplicación de toda medida disuasiva, entre las que se incluían la pena de muerte.
CURIOSIDADES
La proyección de El Verdugo despertó el recelo del embajador español en Roma, don Alfredo Sánchez Bella, quien remitió una carta dirigida al entonces ministro de Asuntos Exteriores en donde definía el filme como "uno de los mayores libelos que jamás se han hecho contra España, un panfleto político increíble, no contra el Régimen, sino contra toda una sociedad". Como consecuencia del revuelo que provocó El Verdugo, Luis García Berlanga no pudo volver a dirigir en España hasta 1967.
La crítica y el jurado del Festival de Venecia dieron la espalda al embajador y se inclinaron ante El verdugo, que recibió el premio de la crítica internacional. Más tarde fue igualmente premiada en el Festival de Moscú, y obtuvo asimismo el gran premio de la Academia francesa del Humor Negro. En España, sin embargo, sufrió "bastantes cortes de censura, bastante ridículos algunos", según comentó Berlanga a Manuel Hidalgo y Juan Hernández: Por ejemplo, cortaron todas las veces que el protagonista hablaba de irse a Alemania, y suprimieron el ruido que hacían los hierros del garrote dentro del maletín del verdugo; también cortaron la escena en que los funcionarios de prisiones preparan el garrote". A pesar de esa persecución, El verdugo obtuvo en España el premio al mejor guión del Círculo de Escritores Cinematográficos, y Emma Penella, el de mejor actriz del Sindicato Nacional del Espectáculo.
Aunque la proyección de El Verdugo sirvió de excusa a las autoridades franquistas para emprender una auténtica "Caza de Brujas" en contra del filme y de sus autores, lo cierto es que ha pasado a la posteridad como uno de los referentes del cine clásico español.
La escena final se inspira en la ejecución de Pilar Prades Expósito, la "envenenadora de Valencia", llevada a cabo por el verdugo Antonio López Sierra. Curiosamente, años después José Monero también aceptó el puesto de verdugo convencido de que no tendría que ejercer y quiso dimitir cuando fue requerido para la ejecución de Heinz Ches, que finalmente llevó a cabo.
La pena de muerte en España fue abolida, bajo cualquier circunstancia, por Ley Orgánica el 27 de noviembre de 1995. Ya llevaba abolida 17 años, desde la Constitución de 1978, exceptuando lo que pudieran disponer las leyes penales militares en tiempos de guerra.
OPINIONES DE LOS ASISTENTES AL CLUB DE CINE
Obra maestra del cine español. Fiel reflejo de la sociedad y la España de la época. A finales de los años 50 y principios de los 60 en España comienza un tímido aperturismo hacia la modernidad, pero sin desprenderse de las tradiciones. La película está llena de escenas que nos muestran esta contradicción. Muestra la hipocresía de una sociedad que acepta la pena de muerte pero aísla y trata como apestado al que la ejecuta.
El plantel de actores es sencillamente fabuloso. Destacamos al genial Pepe Isbert que ya había trabajado en otras ocasiones con Berlanga (recordamos la inolvidable Bienvenido Mister Marshall) y Emma Penella en sus respectivos papeles del Verdugo y su hija. También Nino Manfredi, más soso, pero muy acertado también en su personaje tan fácilmente manipulable. Nos hemos sentido un poco identificados con él: como renunciamos a nuestros sueños y a ser nosotros mismos y nos plegamos a lo que la sociedad o los demás quieren. Extraordinarios, también, los secundarios. Todos actores de primera línea.
Nos ha gustado mucho la banda sonora. También el vestuario, con sus contrastes, como toda la película. La puesta en escena y la escenografía con pocos adornos pero resolutiva. Impactante la escena final del verdugo y el reo camino de la ejecución cruzando la nave desnuda sin ningún adorno. Esta es la grandeza del cine: Cómo una sola imagen puede decir tanto.
Uno de los componentes del club de cine ha conocido personalmente a Berlanga y nos ha aportado una semblanza del director desde un punto de visto humano y cotidiano.
La calificación de los asistentes al club de cine ha sido entre 1 y 5 estrellas:
**** = 4
***** = 5
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