Título original: Italiensk for begyndere.
Año: 2000.
Duración: 94 min.
País: Dinamarca.
Director: Lone Scherfig.
Guión: Lone Scherfig.
Fotografía: Jorgen Johansson.
Reparto: Anders W. Berthelsen, Anette Støvelbæk, Ann Eleonora Jørgensen, Peter Gantzler, Lars Kaalund, Sara Indrio Jensen, Karen-Lise Mynster, Elsebeth Steentoft, Bent Mejding.

Productora: Zentropa Productions, Radio (DR), Det Danske Filminstitut
Género: Comedia. Drama. Dogma 95.

PREMIOS

2002: Premios Goya: Nominada a mejor película europea.

2001: Festival de Berlín: Oso de Plata.Premio del jurado. Premio FIPRESCI.

2001: Premios del Cine Europeo: 2 nominaciones incluyendo mejor película.

2001: Seminci: Espiga de Oro: Mejor película, Mejor actor (Gantzler) y Premio Juventud.

SINOPSIS

En clave de tragicomedia, el guion relata los dramas entrecruzados de tres hombres y tres mujeres que pasean su soledad y su perplejidad por el mismo barrio de una ciudad danesa. Ellas son: una peluquera que cuida de su madre alcohólica, una torpe dependienta que soporta a su inaguantable padre y una vitalista y religiosa camarera italiana. Y ellos: un tímido pastor luterano cuya esposa ha muerto hace poco, un encantador conserje de hotel y un rudo amigo de éste, ex jugador de fútbol en la Juventus y ahora camarero al borde del despido. A través de unas clases de italiano que comparten, irrumpirá entre ellos el amor.


CURIOSIDADES

Los cineastas nórdicos Lars Von Trier, Kristian Levring, Thomas Vinterberg y Soren Kragh Jacobsen firmaron el manifiesto Dogma 95, a favor de un cine ultranaturalista, antitecnológico y crítico con Hollywood. Para ello crearon diez normas, llamadas “Voto de castidad”, en la que se recogen las directrices que deben cumplir las películas adscritas a este movimiento. Cada película tiene un número y un diploma que la acredita como perteneciente al movimiento.

Italiano para principiantes, tercer largometraje de la directora danesa Lone Scherfig, es la película Dogma número 12 y la primera dirigida por una mujer.

Varios de los actores procedían de la popular serie televisiva danesa Taxa; un drama, con 56 episodios que trataba sobre la rivalidad de dos compañías de taxi en un suburbio de Copenhague, desde una perspectiva realista y tratando con muchos problemas de delincuencia y peligros diversos a los que se debían enfrentar los taxistas de servicio en ambas compañías, en especial en el servicio de noche.

Sobreimpresionado, encima de los créditos, apenas perceptible, se puede ver un agradecimiento a la escritora irlandesa Maeve Binchy. Parece ser, que parte de la idea para la película, podría haberse inspirado en uno de sus relatos.

Lone Scherfig manifestó en una entrevista:

“Quería hacer una película ligera, efervescente, con cabida suficiente para las ocurrencias que los actores tuvieran sobre la marcha. El humor es un líquido volátil; por eso no podía haber complicaciones, todo debía moverse muy deprisa. Disfruté mucho rodando y me doy cuenta, al ver la película, que los actores estaban cómodos en sus papeles: solteros sin compromiso que descubren poco a poco que también ellos pueden decidir ser felices. Escribí el guion pensando en los actores y en que se rodaría cerca de Filmbyen, en una antigua base del ejército en Avedøre. En muchos casos, los nombres, la ropa y algunos detalles son reales; he dejado que la vida determine mucho más de lo que se acostumbra hacer en una película. Sin embargo, no queda más remedio que elegir, aceptar ciertas cosas y rechazar otras para que el resultado final sea divertido y conmovedor. Hay mucho amor en la película. Enamoramientos, atracciones sexuales, amistades, lazos familiares, además de otro tipo de amor que quizá sea el toque más italiano de la película, aunque también podría ser muy danés”.


OPINIONES DE LOS ASISTENTES AL CLUB DE CINE

Una película diferente, desde el comienzo, ya que, respetando las reglas del movimiento Dogma 95, lo primero que aparece en el primer plano es el diploma que la acredita como el film número 12 de los pertenecientes a esta corriente cinematográfica, nada más. No figura el nombre del director, ni de los actores, ni el productor, ninguna otra información de lo que vamos a ver a continuación. Tampoco tiene banda sonora que la acompañe, ni que marque el ritmo, solamente la música del órgano, cuando suena en contadas ocasiones, en el hospital y en la iglesia. No hay ningún artificio. Nada nos distrae de la trama, que es sencilla y compleja, a la vez.

Una puesta en escena muy interesante, con unos actores que parecen vivir, no interpretar. Historias duras, como la vida misma. Personajes auténticos, sin ningún tipo de hipocresía

Nos brinda un fresco de situaciones, algunas límites, que nos hablan de temas transcendentales de nuestra existencia de una forma muy sencilla: la soledad, la muerte, la eutanasia, la familia, el amor, las relaciones de pareja, el trabajo…

Con puntos de humor, que rebajan la tensión, que a veces está “a flor de piel”, a ratos consigue sacarnos una sonrisa.

Comentamos en el coloquio que nos recordaba a “Juntos nada más”, un libro de la escritora francesa Anna Gavalda, que leímos hace años en el club de lectura, por la similitud de los personajes y alguna de las situaciones.

Toda la carga emocional recae en la fotografía, con unos primeros planos de los rostros que nos hablan sin necesidad de decir nada.

Muy interesante y peculiar.

En palabras de una de las participantes: Una película muy “salaita”

La calificación de los asistentes al club de cine ha sido, entre una y cinco estrellas:

*** = 2
**** = 6