Año: 1985.

Duración: 96 min.

País: España.

Director: José Luis García Sánchez.

Guión: José Luis García Sánchez, Rafael Azcona.

Música: Vicente Lleo.

Fotografía: José Luis Alcaine.

Reparto: Ana Belén, Fernando Fernán Gómez, Antonio Banderas, Josema Yuste, Agustín González, Quique Camoiras, Mary Carmen Ramírez, Juan Diego, Guillermo Montesinos, Millán Salcedo, Antonio Gamero, José Luis López Vázquez, María Luisa Ponte, Luis Ciges…

Productora: Lince Films, RTVE.

Género: Comedia. Musical.

PREMIOS

1985: Concha de Plata en el Festival de San Sebastián.

SINOPSIS

A finales de los años cuarenta se produce un hecho insólito: una compañía de aficionados se atreve a estrenar una obra teatral sin los permisos ni los visados de censura correspondientes. Se trata de la obra musical "La Corte del Faraón", prohibida por sus atrevimientos políticos, eróticos y religiosos. Durante una larga noche en una comisaría de policía, el comisario indaga las razones que han podido llevar a ese grupo a emprender tan descabellada empresa. Durante los interrogatorios se van describiendo las incidencias de la obra, y los actores representan los números musicales. (FILMAFFINITY)


CURIOSIDADES

La corte de faraón, opereta del músico valenciano Vicente Lleó y de los libretistas Perrín y Palacios, es el eje de esta película que se rodó en Madrid. La película fue subvencionada por el Ministerio de Cultura. El rodaje, casi todo en interiores, contó con un presupuesto de 130 millones de pesetas.

El productor Luis Sanz adquirió los derechos para el cine de la opereta y le propuso el proyecto a José Luis García Sánchez y a Rafael Azcona (guionista habitual de Berlanga). Ambos dieron forma a la idea y optaron por la invención, más que por la recreación. La obra, con rasgos zarzueleros y revisteriles, aparece íntegra, tal como la concibieron sus autores, y es el pretexto para contar una historia que pudo ser verdad: la detención de unos cómicos en la España de la posguerra, transgresores de la norma establecida.

Cuando se estrenó en Madrid en el teatro Eslava, el 21 de enero de 1910, sorprendió la osadía de esta opereta, pero la sorpresa se trocó años más tarde en prohibición. El rescatar y exhibir este cuento de egipcios es "un ajuste de cuentas con los censores de los años cuarenta", según el director, que mantiene una vieja afición por los cuplés y las canciones castizas.

Más de veinte actores y quinientos figurantes intervienen en La corte de faraón, que fue grabada en El Escorial, un palacete de la calle de Recoletos, los salones del Círculo Mercantil y el teatro Martín

Contó con un equipo espectacular: La fotografía corrió al cargo José Luis Alcaine; Miguel Narros diseñó el vestuario; la decoración fue de Andrea D'Odorico; la coreografia, de José Granero; el montaje, de Pablo González del Amo, y Luis Cobos realizó la adaptación musical.


OPINIONES DE LOS ASISTENTES AL CLUB DE CINE

Lo primero que destacaríamos, es que esta no es una película en la que Juan Diego sea protagonista; su papel es secundario. Hay muchas otras que ha protagonizado, de corte más dramático que todos recordamos, en las que está soberbio en sus papeles; pero hemos elegido esta, porque ya hemos comentando varias de ellas en el club de cine y nos apetecía algo menos dramático, más festivo.

Una película coral, con un magnífico reparto, donde las mayoría de los actores, están brillantes, incluyendo a Juan Diego. Un jovencísimo Antonio Banderas, en uno de sus primeros papeles. Ana Belén, un poco impostada en su interpretación, aunque su extraordinaria voz, lo compensa.

Muy entretenida, con unos diálogos ingeniosos. La opereta es el vehículo para hacer una crítica, con mucho humor, de todos los estamentos de la sociedad española de la época (años 40). Aparecen retratados, con mucha sorna, los gobernantes, la iglesia, la policía, la homosexualidad encubierta, la prostitución, la mujer, el amiguismo, las diferencias sociales, la corrupción; vamos que no le falta de nada.

Nos parece muy acertado que comience por el final y el uso de flashbacks para contar la historia a través de los números musicales. Muy ingenioso, también, que el mundo que retrata esté dividido en dos partes: la actuación teatral y lo que pasa entre bastidores; es como la vida misma: lo que se ve y lo que realmente está sucediendo.

Los diálogos son buenísimos. Nos preguntamos, si todas estas películas que estamos viendo en los ciclos de cine español; tanto las censuradas en la dictadura, como las que se hicieron después sobre la censura, podrían hacerse ahora, en este mundo, supuestamente avanzado, donde sin embargo, impera lo “políticamente correcto”, y todo se mira con lupa.

Las escenas, algunas rayando el surrealismo, son divertidísimas. Un cuidado vestuario y una gran banda sonora, con sus canciones sugerentes y de doble sentido, hacen de esta película una auténtica delicia.

La calificación de los asistentes al club de cine ha sido entre 1 y 5 estrellas:

*** = 4
**** = 2