SINOPSIS

En 1884 una diligencia cruza las tierras de Arizona. Sus pasajeros son muy heterogéneos: una mujer embarazada que va a reunirse con su esposo, oficial de caballería; un médico borrachín; un tahúr y pistolero; un comerciante de whisky; un banquero sin escrúpulos y una bailarina de Saloon expulsada de su pueblo por la liga local de la moral y la decencia. A ellos se une un representante de la ley que va en busca de Ringo Kid, que acaba de salir de la cárcel y presumiblemente se dirige a Lordsburg para vengarse de los tres hermanos Plummer, que asesinaron a su hermano. Ringo, privado de su montura por un accidente, detiene la diligencia con la intención de subirse a ella, siendo arrestado por Wilcox. El viaje, lleno de peripecias y peligros, pondrá a prueba a los ocupantes del carruaje, desatando graves tensiones entre ellos.


CURIOSIDADES

La película está basada en un cuento («Stage to Lordsburg») publicado en la revista Colliers, que el director hojeó por casualidad mientras su hijo lo estaba leyendo. Este cuento, se basa, a su vez, en el relato “Bola de sebo” de Guy de Maupassant.

Pudo darle sonido al filme pero no color, porque el productor Walter Wagner le acortó el presupuesto

Aunque resulte extraño, en 1939 el género del western estaba pasado de moda. Casi todas las películas que se hacían eran de serie “B”. Gracias a “La diligencia”, John Ford consiguió resucitarlo y ponerlo de nuevo en las más altas cotas de calidad artística y aceptación popular.

John Ford, que tenía un gran temperamento, se lo puso muy difícil a John Wayne, en esta película. Aunque el director tenía claro que ese actor curtido en wésterns de serie B era su protagonista, hizo que cobrara 3.700 dólares, la mitad que Claire Trevor (la protagonista femenina), y cuando podía, le atizaba. Durante una prueba de cámara con Trevor, Ford sacudió a John Wayne, y le dijo: ¿Qué estás haciendo con tu boca?. ¿No sabes que en el cine no se actúa con la boca?. ¡Se actúa con los ojos!.

Parte de la película se grabó en el famoso Monument Valley, situado en la frontera sur entre Utah y Arizona, territorio de los Navajos, donde Ford hizo gran parte de sus westerns. Ford se enamoró desde el primer momento de este paraje. Precisamente los indios navajos, fueron extras en la película, interpretando a los apaches. Ford tuvo una estrecha relación con ellos. En su lengua le apodaban “Natani Nez”(líder alto).

La duración del ataque de los apaches a la diligencia, siete minutos y medio, a algunos críticos les pareció demasiado largo y también, chocante, el por qué los apaches no disparaban a los caballos para detenerlos, a lo que el director, siempre pragmático, dijo: “Entonces se habría acabado la película”.


OPINIONES DE LOS ASISTENTES AL CLUB DE CINE

Aunque a la mayoría de los componentes del club de cine no les gusta el western, los que se han acercado por primera vez a la película, se han llevado una grata sorpresa, precisamente, por no ser un western convencional y, por qué la mayoría de los asistentes están acostumbrados a películas del oeste de serie “B”, que no tienen nada que ver con las grandes joyas que este género nos ha dado.

La trama está muy bien estructurada. La presentación de los personajes es ejemplar: uno por uno van desfilando ante nuestros ojos y, en los primeros diez minutos de película ya sabemos con absoluta certeza, quien es quien. También el personaje de Ringo, que, aunque no aparece al principio, lo reconocemos por todo lo que los demás nos han dicho de él. Un microcosmos. Un retrato de la sociedad americana a través de un puñado de personas, obligadas a convivir, y a dejar atrás sus prejuicios para sobrevivir en un territorio hostil.

Grandes personajes y grandes interpretaciones, destacando a John Wayne como Ringo Kid y a Thomas Mitchell, que está soberbio, en su papel de médico/filósofo borrachín.

Aunque casi toda la trama se desarrolla en la diligencia, un espacio pequeño y cerrado, no resulta agobiante. La forma en la que están grabadas las tomas dentro de ella, la hacen parecer más grande. Espectacular el travelling para dar la sensación de velocidad en la persecución. Excelente fotografía, tanto exterior, como interior. Destacamos la escena de la presentación del falso reverendo en la que se utiliza la técnica del claro/oscuro. Parece sacada de una película del expresionismo alemán. Es una película de planos cortos, resaltando rostros y expresiones. Pensamos que se debe a que tanto los actores como el director venían del cine mudo, donde lo importante eran las expresiones, ya que no había sonido. Preciosa banda sonora.

Nos llama la atención que hay muy poca violencia y nada de sangre

Los diálogos son sublimes, para enmarcar, tan frescos, como si acabasen de escribir el guion, ahora mismo.
Frases como:

• ¡América para los Americanos!
• “Lo que necesita el país es un hombre de negocios como presidente”
• “Los bancos deberían dirigir el país”

Son tan actuales hoy, o más, que hace 80 años.

Un clásico que lo tiene todo: Una buena historia. Amor y venganza. Personajes sólidos. Excelente fotografía y puesta en escena y, además, es entretenida.

No se puede pedir más. Imprescindible.

La calificación de los asistentes al club de cine ha sido entre 1 y 5 estrellas:

*** = 4
**** = 4
***** = 2