SINOPSIS

La invención de Hugo cuenta la historia de Hugo Cabret un niño huérfano que vive oculto en la estación de tren de París, en el año 1930.

Hijo de un relojero, y habiendo heredado su habilidad con la precisión para las máquinas, intentará reconstruir un autómata que dejó incompleto su padre. Lo hará acompañado de una excéntrica niña, y de un viejo juguetero, que no es otro que George Méliès. A partir del momento en que se encuentren, se internarán juntos en un mundo inesperado repleto de fantasías en el que cada uno encontrará sus propias respuestas a los enigmas tanto terrenales como de su imaginación. En la era de los inventos, de las máquinas y de la ciencia ficción, todo es posible, incluso que los sueños se hagan realidad en medio de la realidad más miserable.


CURIOSIDADES

John Logan y Brian Selznick son los autores de este guion que adapta al cine el famoso libro infantil del propio Selznick (premio Randolph Caldecott en 2008 como mejor libro para niños).

El autómata se inspiró en el fabricado por el relojero suizo Henri Maillardet, que fue visto por Selznick en el Instituto Franklin de Philadelphia, así como el autómata de Jaquet-Droz, denominado "El escritor". Se fabricaron unos quince autómatas. Cada uno de ellos estaba destinado efectuar un movimiento diferente y respondía a una necesidad muy precisa dentro de la historia.

A lo largo de todo el filme se muestran secuencias de la versión coloreada a mano de “Viaje a la Luna” de George Mèlliès. La única versión, de la que se conoce su existencia, fue descubierta en 1993 en la Filmoteca de Cataluña y fue restaurada posteriormente.

El libro que Monsieur Labisse obsequia a Hugo, Robin Hood le proscrit, fue escrito por Alejandro Dumas en 1864, presentado como una traducción francesa de una obra de 1838 del escritor inglés Pierce Egan the Younger.

Para la realización de la película tuvieron que redecorarse ciertas partes de la Universidad de la Sorbona y la biblioteca Santa Geneviève a la moda de los años treinta. Lo mismo ocurrió con el jardín de Louis-Jouvet y la plaza de Eduardo VII (todos ellos en París).

Para desempeñar el papel del perro del guardia de la estación se recurrió a la domadora Matilde de Cagny que adiestró a tres dobermanes (Blackie, Enzo y Borsalino), también supervisó a otros animales que aparecen en la película (un gato y varios palomos). La domadora se colocaba entre la muchedumbre en las escenas y desde allí dirigía a los animales. Para las escenas más complicadas, llevaba un traje especial verde para después ser borrada en la postproducción.

La impresionante escena del accidente ferroviario, en la cual una locomotora fuera de control atraviesa la estación, fue rodada a partir de una maqueta en miniatura a escala ¼. La construcción del tren de 4.5 metros de longitud y de 6 metros de altura supuso cuatro meses de trabajo y la reconstrucción del accidente en pantalla dura en realidad un segundo y medio. La escena fue adaptada por el estudio y reducida en el montaje final. Tal catástrofe se produjo realmente en la estación de Montparnasse el 22 de octubre de 1895.


OPINIONES DE LOS ASISTENTES AL CLUB DE CINE

Nos despedimos hasta el otoño del club de cine, comentando una película sobre la magia del cine, el cine en estado puro, el de los comienzos, cuando todo era artesanal. El filme rinde homenaje a esa forma de hacer cine y a uno de sus pioneros, Georges Mèlliès.

La película es visualmente espectacular. Recrea un tipo de cine en las antípodas del que se hace ahora, utilizando, paradójicamente, todos los recursos que el cine de actualidad nos ofrece para recrear una historia que nos habla de los orígenes del séptimo arte. Toda la parte técnica es fabulosa (enfoques, primeros planos, travelling, especialmente el del comienzo, la fotografía, el sonido, la banda sonora), todo es de diez, en esto todos los asistentes hemos estado de acuerdo.

Los personajes simples y previsibles, para algunos; encantadores para otros. Uno de los asistentes opina que la trama es floja y la historia “ñoña” e incompleta, como hecha de retales.

Una película entretenida, elegante, llena de color. Nos ha gustado especialmente la recreación de la estación con sus tiendas, sus estrafalarios personajes, sus flores. Un mundo en ebullición. Una pequeña ciudad dentro de otra, y dentro de esa pequeña ciudad, un laberinto de túneles, con toda la maquinaria de los relojes. Un microcosmos por donde pasan miles de personas cada día, unos van de paso y otros habitan en él. Precioso el autómata.

Un cuidado vestuario y una espectacular puesta en escena, casi teatral, en muchos de los planos.

En muchos fotogramas encontramos guiños a varias películas de la historia del cine: (El hombre mosca de Harold Lloyd, Casablanca, Con faldas y a lo loco, Forrest Gump, Harry Potter, Oliver Twist; incluso Metropolis de Fritz Lang).

Buenas interpretaciones de todos los actores.

Una película sobre la infancia, la ilusión, la magia, pero sobre todo sobre la esperanza y el poder de la amistad.
La calificación de los asistentes al club de cine ha sido entre 1 y 5 estrellas:

** = 1
*** = 1
**** = 5
***** = 1