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Biblioteca Pública Municipal

Libro Club de Cine / Película Actual



La ópera prima del director François Truffaut, es una de las películas que mejor definen la “Nouvelle Vague”, y muestra muchos de los rasgos característicos del movimiento.

LOS CUATROCIENTOS GOLPES

Los cuatrocientos golpes

FICHA TÉCNICA

Título original: Les Quatre Cents Coups.

Año: 1959

Duración: 94 min.

País: Francia.

Director: François Truffaut.

Guion: Marcel Moussy, François Truffaut.

Música: Jean Constantin.

Fotografía: Henri Decaë

Reparto: Jean-Pierre Léaud, Claire Maurier, Albert Rémy, Guy Decomble, Georges Flamant, Patrick Auffay, Jeanne Moreau

Productora: Le Films du Carrosse
Género: Drama. Nouvelle Vague. Película de culto.


PREMIOS
1959: Festival de Cannes. Mejor director.

1959: New York Film Festival: Mejor película extranjera.

1959: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor Película extranjera.




SINOPSIS

París, años 60. Retrato de la Francia de la época, a través de las desventuras cotidianas de un niño de doce años, Antoine Doinel, desencantado del mundo de los adultos: su padrastro es un fracasado; a su madre, que intentó abortar porque era un hijo no deseado, la descubre con un amante; sus profesores tampoco se ocupan de él, y los funcionarios de la justicia y psiquiatras sólo burocratizan su función. Tras hacer «novillos» en el colegio y efectuar un pequeño robo, será internado en un reformatorio, del que se escapará para ver el mar.


CURIOSIDADES

Los cuatrocientos golpes figura entre las siete mejores películas francesas de todos los tiempos. Rodada en París y Honfleur, es la primera de una serie de cinco películas en las que Jean-Pierre Léaud interpreta al personaje, basado en parte, en la vida de Truffaut. Las siguientes, son Antoine y Collette (1962), Besos robados (1968), Domicilio conyugal (1970) y El amor en fuga (1979).

El título se refiere a una expresión francesa (faire les quatre cents coups), cuya traducción podría ser “hacer las mil y una”, refiriéndose a todas las veces que el personaje incumple las reglas que se le imponen; aunque también podría significar, la enorme cantidad de golpes que la vida da al protagonista.

Truffaut dedico el film al hombre que se convirtió en su padre espiritual, André Bazin, fundador de la revista Cahiers du Cinema, que murió justo cuando la película estaba a punto de comenzar a rodarse.

Cineastas como Akira Kurosawa, Luis Buñuel, Woody Allen, Satyajit Ray, Jean Cocteau, Carl Theodor Dreyer, Richard Lester y Norman Jewison dijeron que Los cuatrocientos golpes era una de sus películas favoritas. Kurosawa manifestó en una ocasión que era una de las películas más hermosas que había visto.

El cantautor Luis Eduardo Aute, que fue un amante del cine, además de escribir algunos guiones cuando todavía no estaba perfilada su identidad como artista, y que trabajó en sus primeros años profesionales como intérprete y ayudante de dirección en la película Cleopatra (Joseph L. Mankiewicz, 1963) y La vida es magnífica (Maurice Ronet, 1964), rodadas en nuestro país, dedicó su canción: Cine, cine, a esta emblemática película y al movimiento de la “Nouvelle Vague”.

Os dejamos la letra y el enlace a la canción:
https://www.youtube.com/watch?v=zNkLSqrSlTg

Cine, Cine
Luis Eduardo Aute.

Recuerdo bien
aquellos cuatrocientos golpes de Truffaut
y el travelling con el pequeño desertor
Antoine Doinel,
playa a través
buscando un mar que parecía más un paredón
Y el happy-end
que la censura travestida en voz en off
sobrepusiera al pesimismo del autor
nos hizo ver
que un mundo cruel
se salva con una homilía fuera del guion
Cine, cine, cine
Más cine por favor
Que todo en la vida es cine
Que todo en la vida es cine
Y los sueños
Cine son
Al fin llegó
El día tan temido más allá del mar
Previsto por los grises de Henri Decae
Cuánta razón
Tuvo el censor
Antoine Doinel murió en su domicilio conyugal
Pido perdón
Por confundir el cine con la realidad
No es fácil olvidar Cahiers du cinéma
Le Mac Mahon
Eso pasó
Son olas viejas con resacas de la nouvelle vague
Cine, cine, cine
Más cine por favor
Que todo en la vida es cine
Que todo en la vida es cine
Y los sueños
Cine son
Cine, cine, cine
Más cine por favor
Que todo en la vida es cine
Que todo en la vida es cine
Y los sueños
Cine son



OPINIONES DE LOS ASISTENTES AL CLUB DE CINE

Una historia conmovedora que nos muestra a través del niño protagonista , un mundo sin alma, donde los adultos ( representados por los padres, maestros o el propio sistema), ejercen una autoridad sin escucha, y en el que el castigo es el único arma que utilizan para combatir la rebeldía.

Jean-Pierre Léaud, a pesar de que interpreta a un pequeño granuja, dota al personaje de una veracidad, una ternura, y una sensación de soledad, que logra que empaticemos y nos encariñemos con él.

La excelente fotografía en blanco y negro, nos muestra el peregrinaje de Antoine por las calles y los barrios de París, la escasez de la clase trabajadora, las escuelas llenas de desconchones ; un Paris poco glamuroso, aunque las imágenes son de una belleza apabullante. Los primeros planos logran hacernos un nudo en la garganta. Los movimientos de cámara, los enfoques nos transmiten la soledad y el sentimiento de orfandad que siente el protagonista. Nos sentimos uno con él.

La música, los ruidos de la calle, el ajetreo de la gente, nos transportan a ese París de posguerrra.

Una película tierna y dura, a la vez. Hay varios fotogramas que nos llaman la atención:

- Las caras de los niños viendo el guiñol (una plano secuencia que nos muestra la inocencia de la niñez).
- Escena de la feria, dando vueltas, cada vez más deprisa (una metáfora de la vida).
- Los planos tomados desde arriba.
- El encuentro con la psicóloga (demoledor).
- El plano secuencia de la llegada al mar (uno de los momentos más bonitos de la historia del cine).

Una obra maestra.

La calificación de los asistentes al club de cine ha sido entre 1 y 5 estrellas:

**** = 3
***** = 4


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