"La perla"
John Steinbeck
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FRAGMENTO DE “LA PERLA”
Es maravilloso el modo en que un pueblecito se mantiene al tanto de su propia existencia y de la de cada uno de sus miembros. Si cada hombre y cada mujer, cada niño o cada bebé actúan y se conducen según el modelo conocido, y no rompen muros, ni se diferencian de nadie, ni hacen experimento alguno, ni se enferman, ni ponen en peligro la tranquilidad ni la paz del alma ni el ininterrumpido y constante fluir de la vida del pueblo, en ese caso, pueden desaparecer sin que nunca se oiga hablar de ellos. Pero, tan pronto como un hombre se aparta un paso de las ideas aceptadas, o de los modelos conocidos en los cuales se confía, los habitantes se excitan y la comunicación recorre el sistema nervioso de la población. Y cada unidad comunica con el conjunto.
SINOPSIS
Esta novela breve narra el hallazgo de una perla de incalculable valor y las consecuencias que acarrea a un modesto pescador, Kino, cuyo hijo ha sido víctima de la picadura de un escorpión.
Sin embargo, el interés de esta novela reside en el enfrentamiento entre dos mundos, el de los ricos y el de los pobres, y en el proceso de cambio en las relaciones humanas en función de la situación económica de las personas.
SOBRE EL AUTOR
John Steinbeck nació en Las Salinas (California) el 27 de febrero de 1902 y murió en Nueva York el 20 de diciembre de 1968.
Estudió de forma intermitente Biología Marina en la Universidad de Stanford, sin llegar a titularse, ya que se marchó a Nueva York para abrirse camino como escritor.
Allí, Steinbeck ocupó varios trabajos, incluso en prensa, pero sin éxito, regresando a California en donde de nuevo se tuvo que ganar la vida. En 1928, decidió dedicarse de lleno a la escritura.
Steinbeck vivió en varias ciudades y durante la Segunda Guerra Mundial, fue corresponsal de guerra en Europa para The New York Herald Tribune. Tras la contienda continuó su vida literaria, acompañado por el éxito hasta su muerte. Varias de sus novelas han sido llevadas al cine, y en el año 1940, obtuvo el Premio Pulitzer, coronando su carrera literaria con el Nobel de Literatura en 1962.
Fue autor de veintisiete libros, entre novelas y relatos cortos. Su obra es considerada como de realismo social, reflejando de manera magistral la situación de los Estados Unidos durante la Gran Depresión. De entre su producción habría que destacar títulos como De ratones y hombres, Las uvas de la ira o Al este del Edén.
CALIFICACIÓN
*
** 1
*** 4
**** 19
***** 14
COMENTARIOS
La Perla, ha gustado mucho a casi todos los lectores.
Es un libro corto, trágico, duro y muy real.
Su lectura ha sido angustiosa, intensa y ha producido sufrimiento, impotencia, rabia, tristeza.
- ¡Lo que hace el dinero! Es la pura realidad. El dinero es el que manda y el que tiene el poder.
- Kino no ha sabido llevar las cosas según vienen.
- Lo que más me ha conmovido ha sido la canción de la familia, Kino ha luchado mucho por su familia.
- Hay mucha maldad rodeando a Kino que no le deja salir de su pobreza.
- A Kino no le dejan cumplir sus ilusiones. En esa época como ahora no hay salida, estamos igual.
- Es importante saber perder, debería haber cogido los 1500 pesos que le ofrecían por la perla cuando quiso venderla.
- La condición humana ha sido así y seguirá siendo.
- Se lee muy bien, te “metes” en el libro cuando lo estás leyendo.
- Aprendes que cada persona tiene su sitio y no tiene derecho a salir de él.
- Según lo leía me iba produciendo contradicciones, porque el dinero no da la felicidad pero, ¿por qué no iba a luchar por mejorar la condición de su familia?.
- Me ha creado contradicciones sobre todo el final del libro, ¿le ha merecido la pena a Kino? Al menos han vuelto al pueblo juntos, Juana al lado de su marido, y no detrás.
- Destaco la superioridad del médico y del cura. Kino quería salir de su situación social, pero estaban los blancos para pisotearlo.
- Muy lícito lo que quería Kino y estoy muy de acuerdo con lo que hizo. Hoy en día sigue ocurriendo lo mismo.
- Me lo leí en un rato, no podía dejar de leerlo. Destaco que Kino mantuviera su dignidad y amor propio. No veía justo el dinero que le ofrecían, le querían pisotear y él no se dejó.
- Yo también hubiera hecho lo mismo que Kino, antes de ir a la ciudad a vender la perla, la hubiera tirado.
- Sientes no poder ayudar a Kino cuando le perseguían, cuando querían robarle la perla de su cabaña.
- Me ha gustado tanto que lo he leído dos veces, pero el final no me ha gustado. Porque la perla no les ha enriquecido. Han perdido.
- La ambición le cegó a Kino hasta el punto de perder a su hijo y podía haber perdido también a su mujer. “La avaricia rompe el saco”.
- Sientes rabia porque algo que te has encontrado para salvar a tu familia de la miseria, la sociedad no te deja. Terminas siendo siempre lo que eres, pobre.
- El papel de su mujer Juana es extraordinario, es más inteligente que Kino. Tenía que haber vendido la perla para subir un poco socialmente.
- Kino sabía que los antepasados querían saltarse las costumbres para vender mejor las perlas, pero no pueden. Kino es como un suicidio, se enfrenta a más de su posibilidad. Al principio era un ser humano y termina como una bestia, mata a un hombre. La perla es su alma.
- Me han gustado las descripciones que hace, por ejemplo del pueblo, de los mendigos. La importancia que da a la canoa como medio de sustento.
- Me impresionó hace años cuando lo leí. Me parece muy bien que quiera vender la perla. Es mayor la envidia que sienten los demás que la codicia de él por venderla.
- ¿Por qué tiene que perder siempre el más débil, el más inocente?.
- Kino tiene un golpe de suerte y una oportunidad para tener justicia y respeto y no lo consigue, ni de los colonos ni de los suyos. “La perla no es para mí, no me corresponde”.
- Me parece injusto que los pobres no tengan derecho a salir adelante. Eran felices sin nada y han quedado peor que estaban.
- Este libro nos enseña muchas cosas. Destaco la dignidad. Todos querían que Kino siguiera siendo pobre.
- El libro es la vida misma. Ahora tampoco te puedes salir “de tu sitio”. Me parece bien que no vendiera la perla, eso le trajo la muerte de su hijo, pero aspiraba a que su hijo leyera y aprendiera y así no les engañaran. No puede hacer nada ante eso.
- Cuando intentamos ambicionar más de lo que nos corresponde, la vida se estropea, eso acarrea más problemas que si somos felices con lo que tenemos. Saber la condición que tenemos cada uno sin que entre la codicia.
- Las personas cambian dependiendo de lo que tienen, si tienes más dinero te hace ser más importante. Tenía que haber escondido su perla sin decir nada a nadie y venderla en la ciudad.
- Esta novela es una joya. El autor se pone de parte de los pobres e incultos pescadores, que a pesar de todo lo que sucede cree en la integridad de Kino que representa la dignidad de los pobres y oprimidos. Lo más importante es el enfrentamiento entre las clases sociales, y como cambian las relaciones humanas en función de la situación económica que se tenga. ¡Qué bonito cuando habla de la barca rota!.
- Triste y dramática historia, donde el autor emplea un vocabulario muy reducido. Se lee fácilmente, pero sin apenas emoción. Para mí, ha pasado sin pena, ni gloria.
- No me ha gustado mucho porque al final parece que al protagonista le mueve el egoísmo y por eso tiene tan mala suerte, pero a mí me parece que solamente pretende que no le engañen. Y al final se tiene que deshacer de la perla para no tener más problemas. Nadie le apoya, es como si generalizara en que, la clase humilde haría cualquier cosa por mejorar su situación, y no estoy de acuerdo. Además deja inconclusa la historia de la picadura del bebé.
FRAGMENTOS DESTACADOS
- ... Si esta historia es una parábola, tal vez cada uno le atribuya un sentido particular y lea en ella su propia vida...
- ... Kino pedía consejo a Juan Tomás: es difícil saber, dijo. Sabemos que se nos engaña desde nuestro nacimiento hasta el precio de ataúdes. Pero sobrevivimos. Tú has desafiado, no a los compradores de perlas, sino a la estructura entera, al modo de vida entero, y temo por ti...
- ...Por eso se dice que los seres humanos nunca están satisfechos, que se les da algo y quieren algo más. Y esto se dice con desprecio, cuando es una de las mejores cualidades que posee la especie, una cualidad que la ha hecho superior a los animales, que están satisfechos con lo que tienen...
- ... No hay necesidad de palabras cuando, de todos modos, no son sino otro hábito...
- ...Y alguien dijo en voz baja. La suerte, ya se ve, trae malos amigos...
- ... Los mendigos de delante de la iglesia, que eran grandes expertos en análisis financieros, echaron una rápida mirada a la vieja falda azul de Juana, vieron los desgarrones de su chal, tasaron las cintas verdes de sus trenzas, leyeron la edad de la manta de Kino y los mil lavados de sus ropas, y los juzgaron miserables, y siguieron tras ellos para ver qué clase de drama iban a representar. Los cuatro mendigos de delante de la iglesia lo sabían todo del pueblo. Eran estudiosos de las expresiones de las jóvenes que iban a confesarse, y las veían al salir y leían la naturaleza del pecado. Conocían todos los pequeños escándalos y algunos grandes crímenes (...) Y conocían al médico. Conocían su ignorancia, su crueldad, su avaricia, sus apetitos, sus pecados. Conocían sus chapuceros abortos y la poca calderilla que de tanto en tanto daba de limosna. Habían visto entrar en la iglesia todos sus cadáveres. Y, puesto que la primera misa había terminado y el negocio era escaso, siguieron a la procesión, incansables buscadores del conocimiento perfecto de sus semejantes, para ver lo que el gordo y perezoso médico haría respecto de un bebé indigente con una mordedura de escorpión...
- ...Mi hijo leerá y abrirá los libros, y escribirá y escribirá bien. Y mi hijo hará números, y eso nos hará libres porque él sabrá... él sabrá y por él sabremos nosotros...
- ... Un pueblo semeja una colonia de corales. Un pueblo tiene un sistema nervioso y una cabeza y espalda y pies. Un pueblo es algo distinto de todos los demás pueblos, de modo que no hay dos pueblos iguales. Y un pueblo tiene una emoción. El de cómo corren las noticias por un pueblo es un misterio nada fácil de resolver. Las noticias parecen tardar menos de lo que tardan los niños en correr a contarlas, menos de lo que tardan las mujeres en comunicárselas por encima de las cercas...
- ...La canoa de su abuelo, revestida una y otra vez, y con un agujero de reborde astillado. Era una maldad inconcebible. Matar a un hombre no era tan malo como matar a una barca. Porque una barca no tiene hijos, y una barca no puede protegerse, y una barca herida no se cura...
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