El escritor Juan Goytisolo Gay (Barcelona, 1931) ha sido distinguido con el Premio Miguel de Cervantes de las Letras. Instituido en 1976 por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, está dotado con 125.000 euros y es considerado el galardón literario más importante de la lengua española. La entrega del premio siempre se hace el 23 de abril, del año siguiente, en homenaje a la fecha de la muerte del autor de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha. El acto se celebra en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.
Según el jurado ha sido elegido "por su capacidad indagatoria en el lenguaje y propuestas estilísticas complejas, desarrolladas en diversos géneros literarios; por su voluntad de integrar a las dos orillas, a la tradición heterodoxa española y por su apuesta permanente por el diálogo intercultural”.
Aunque ha seguido escribiendo y publicando artículos, ensayos y hasta poesía –su último libro es el poemario Ardores, cenizas, desmemoria (2012)- Juan Goytisolo se jubiló como novelista, dice él mismo, con la aparición hace seis años de El exiliado de aquí y allá. Su carrera como narrador arrancó a los 23 años, en 1954, con Juegos de manos una novela que lo situó entre los más destacados autores del realismo crítico de la posguerra. Instalado en París desde 1956 y después de publicar otras novelas y libros varios libros de viaje (a Cuba, a Almería), Goytisolo rompió con su exitosa etapa anterior y se lanzó a una experimentación narrativa que arranca en 1966 con Señas de identidad, una ácida y dislocada visión de la España franquista a través de la mirada de Álvaro Mendiola, alter ego del propio novelista y protagonista de una trilogía completada con Don Julián y Juan sin tierra.
Desde los años ochenta del siglo pasado alterna las estancias entre París y Marraquech, la ciudad en la que se instaló definitivamente en 1997 y a la que dedicó la novela Makbara (1980). Le seguirían títulos como Paisajes después de la batalla, Las virtudes del Pájaro solitario, La saga de los Marx, El sitio de los sitios o Telón de boca, escritas todas desde una abierta experimentación que mezcla voces y tiempos en un collage en el que unos versos del Arcipreste de Hita pueden convivir con un anuncio de televisión y una visión mística con la descripción sin tapujos de una escena sexual para hablar de la inmigración, la evolución de la izquierda tras la caída del Muro de Berlín, la guerra de los Balcanes o el carácter poliédrico del mundo árabe. |