El 10 de febrero de 2023, justo un día antes de recibir el Goya a toda su carrera, falleció a los 91 años el director de cine Carlos Saura.
El club de cine le rinde homenaje comentando una de sus grandes películas que tiene la particularidad de estar grabada, íntegramente, en los alrededores de Borox, concretamente en las localidades vecinas de Esquivias, Seseña y Aranjuez.
LA CAZA
SINOPSIS
Tres amigos van de caza a un coto que fue escenario de una batalla durante la Guerra Civil. Todos ellos están pasando por momentos difíciles, separaciones, problemas con el alcohol, de modo que lo que iba a ser una tranquila jornada de caza se convierte en un enfrentamiento entre los tres. (FILMAFFINITY)
FICHA TÉCNICA
Año: 1966.
Duración: 93 min.
País: España.
Dirección: Carlos Saura.
Guion: Angelino Fons, Carlos Saura.
Música: Luis de Pablo.
Fotografía: Luís Cuadrado (B&W).
Reparto
Ismael Merlo, Alfredo Mayo, José María Prada, Emilio Gutiérrez Caba, Violeta García, Fernando Sánchez Polack, María Sánchez Aroca.
Producción: Elías Querejeta
Género: Drama
SOBRE CARLOS SAURA
Es el director español que más galardones ha ganado. Dos Osos de Plata al Mejor director por La caza (1966) y Peppermint Frappé (1967); un premio BAFTA por Carmen (1983); Premio del Jurado en Cannes por La prima Angélica (1974) y un Gran Premio del jurado, por Cría Cuervos en un certamen en el que compitió hasta en ocho ocasiones y cuyo nombre es uno de los elegidos que en la última edición del festival, la número setenta y cinco, adornaban las cortinillas que se veían antes de cada proyección. Solo tres españoles estaban: Buñuel, Saura y Almodóvar.
El reconocimiento a Saura llegó tarde. Su humildad, su forma llana de hablar, hizo que también tras el franquismo una generación tardara en reconocerle. Han sido los directores de una generación posterior como Juan Antonio Bayona, Paco Plaza, Carla Simón o Carlos Vermut los que realizaron una tarea en que se reconociera su trabajo como el del maestro que siempre fue. Un maestro humilde que costó que le reconocieran en su país.
Su cine se convirtió en especialista en burlar las tijeras censoras. Junto a Elías Querejeta, figura fundamental en su carrera y con quien produce sus mejores obras desde La caza en adelante, consiguen estrenar filmes tal cual los concebían. Lo hacían presentando el internegativo en vez del negativo original a la censura, o incluso presentando un guion ampliado con escenas que sabían que recortarían por su carácter provocador a fin de que no repararan en las esenciales de la historia originalmente concebida.
CURIOSIDADES
Tras buscar localizaciones para su película Llanto por un bandido, Carlos Saura había observado unos parajes desérticos que le habían llamado la atención y decide escribir una historia donde tenga importancia dicho lugar y se le ocurre una caza de conejos. Tras escribir el guion fue a varias productoras que no aceptaron su proyecto. Sin embargo sí lo haría Elías Querejeta, quien pondría la mitad del presupuesto, y la otra mitad el padre de Saura.
El rodaje se llevó a cabo durante cuatro semanas en el mes de agosto de 1964 en las localidades de Seseña, Esquivias y Aranjuez. Los actores y el equipo técnico manifestaron que tuvieron dificultades debido a las altas temperaturas. La película debería haberse titulado La caza del conejo, título que sin embargo fue prohibido por sus connotaciones sexuales.
Saura consiguió un Oso de plata al mejor director por la película, que fue muy valorada en el extranjero. Muestra de ello es que la nouvelle vague francesa, el free cinema británico y el cine independiente estadounidense compararon La Caza con las vanguardias del momento que no tenían que pasar por la censura franquista, imprevisible, exigente y arbitraria. Además influyó en otros directores, como Sam Peckinpah, quien declaró que La caza había cambiado su vida.
La película se estrenó el 9 de noviembre de 1966 en Barcelona y recaudó en total 8 millones de pesetas, cuadruplicando su presupuesto inicial de 2 millones de pesetas con las más de 340.000 entradas que se vendieron en su pase en cines.
Fue muy valorada por la crítica en el Festival de Nueva York, aunque no tuvo premio, sólo nominación.
Se mataron entre treinta y cuarenta conejos.
Se rodó en pleno Agosto, en tan solo 4 semanas, con un equipo técnico bastante limitado, y con armas auténticas; un experto en armería estaba con ellos para evitar un disgusto con las escopetas.
Los actores no llevaban maquillaje, y el sudor era auténtico.
La niña que sale en la película haciendo el papel de Carmen, se llamaba en la vida real Violeta García, y no había salido nunca en una película. Después de rodar ¨La Caza¨, no volvió a salir en ningún otro film.
El libro que está leyendo Luis es una novela de ciencia ficción titulada: ¨El Planeta Negro¨, de David Duncan.
El prestigioso director Luis Buñuel declaró que le encantó la película y que le hubiera gustado haberla rodado, pero sin haber matado a tantos conejos.
Información tomada de:
https://www.eldiario.es/cultura/cine/caza-aniversario-saura-censura_1_3757325.html
https://www.filmaffinity.com/es/film399542.html
https://es.wikipedia.org/wiki/La_caza_(pel%C3%ADcula)
OPINIONES DE LOS ASISTENTES AL CLUB DE CINE
Impresionante película, de principio a fin, tanto a nivel estético como emocional. Ha causado una gran impresión en todos los participantes, independientemente de que algunos ya la habían visto y otros se acercaban a ella por primera vez.
El lugar donde está grabada limita con nuestro municipio. Todos recordamos esos parajes porque hemos caminado por ellos cuando éramos niños. Ahora el paisaje ha cambiado, pero aún quedan muchos reductos que se conservan tal cual.
La cultura de la caza nos toca muy de cerca. Era algo habitual en nuestro entorno: casi todos lo hemos vivido en nuestras familias (los conejos, los hurones, las trampas para cazar, las escopetas); era una filosofía de vida. Recordamos a los guardas de los cotos privados, los ojeos de la perdiz cuando venían los dueños y sus invitados.
Árida, como el paraje y los personajes que la habitan. Se mastica, como el polvo que lo envuelve todo, el resquemor y el odio que se ha ido fraguando durante años hasta el desenlace final.
Tiene varios niveles de lectura y se podría enclavar en varios géneros. Parece un documental con tintes de western. Se respira un aire militar. Un fiel reflejo de una época. Es una película sobre heridas sin cerrar; las de guerra civil, siempre presentes en las películas de Saura, pero también las personales.
Imágenes de un realismo extremo con una gran minuciosidad en la puesta en escena, tanto es así, que sientes el calor, el sudor, el polvo y el drama. Al estar grabado por orden cronológico, algo poco habitual, los actores también fueron llevados al extremo y eso lo transmiten.
Los actuaciones de todos los protagonistas son memorables, pero también las de los secundarios. Están todos en estado gracia. En contraposición a la amargura de los adultos, los dos jóvenes ponen el punto de frescura en una sociedad que comenzaba, poco a poco, a cambiar.
La fotografía de Luis Cuadrado es espectacular. Las miradas a la cámara, los pensamientos en off – miraban y lo veíamos, pensaban y lo sentíamos-. Resulta increíble que en un trozo de barranco esté hecho todo. También la música ayuda a crear esa atmósfera asfixiante. Algunas escenas nos recuerdan al maestro Hitchcock.
Impactante final.
La calificación de los asistentes al club de cine ha sido, entre una y cinco estrellas:
*** = 2
**** = 2
***** = 3